La chica que soñaba con una cerilla y un bidón de gasolina
Los destinos de Mikael y Lisbeth vuelven a cruzarse, después de un triple asesinato (una de las víctimas era el tutor legal de Lisbeth), pero en este caso, Lisbeth es la sospechosa principal, aunque Mikael y Paolo Roberto crean que no ha sido ella. La revista Millennium mientras tanto se ocupa de un caso de prostitución organizada.
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